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lunes, 29 de diciembre de 2008

El cristo de los payasos


El cristo del humor murió hace mucho, en un circo, mientras era abucheado por el público. Para entonces el público prefería espectáculos sangrientos y caía frecuentemente en la inmoralidad para satisfacer sus perversos instintos. El primer tomatazo dejó al payaso convertido en una cosa roja. El público lanzó más. El dueño del circo estaba confabulado y cerró la salida del escenario. Al frente el público y atrás la muralla. Parecía un fusilamiento. Se puso en un rincón tratando de taparse con las ropas, pero pronto el griterío y los tomates fueron tantos que ya no hubo forma de respirar. Murió bajo la pulpa, intoxicado y ahogado. La autoridad estimó en 3.5 toneladas el peso que le dio muerte.

En adelante sus enseñanzas fueron esparcidas por el país y luego a toda la tierra. La ciudad que le vio morir, en una época posterior, redescubrió el sistema de matar a tomatazos y lo aplicó para cautelar los intereses de la nueva religión oficial, la que predicaba que Dios se hizo payaso para salvar al hombre de la condenación eterna en el mar de la tristeza, donde llorarán siempre los pecadores y donde las lágrimas no sanarán ninguna clase de heridas.

Los críticos de la época, sin embargo, son coincidentes respecto del payaso: su sentido del humor era mediocre. Pero a los críticos del payaso los silenciaron desde el principio.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Poeta muere soñando con las noches ácidas

Durante sus vacaciones al tipo le da por lanzarse y hace cosas como: salir de la pega, jugar a la pelota en un partido electrizante, carretear hasta altas horas con sus amigos poetas, jugar al rockero entre medio, llegar a casa ebrio, levantarse sin saber que es lo que hay que hacer, partir como un loco a enseñarle matemáticas a su hijo, comer comida japonesa con una ex amante, tomarse un lsd con la ex amante, ver unas películas porno con la ex amante, hacer un película porno con la ex amante, despedirse para siempre de ella, esperar en silencio que llegue una mina distinta para hablar beber y fumar yerba hasta altas horas, entre medio conversas celulares con la esposa legítima, visitas a la esposa legítima para hacerle el amor, etc. El ciclo ad infinitum. Después escribe unas líneas. Aún hay LSD en su cuerpo. Espera. La hora precisa en que debe hacer ese trabajito de escribir una historia que suene realista.

Después de dos días de esa explosión, cae rendido a su cama. Sueña durante dos días cada uno de los detalles que ha vivido. Vive de nuevo en el sueño.

Por suerte tenía cuatro días de vacaciones en su trabajo del registro civil, para hacer esa estupidez: escribir la historia ajetreada de un aventurero joven, estructurada por una serie de sueños dentro de sueños. Después irá por el mundo diciendo que todo eso lo ha vivido. Sonará realista. Las chicas R, P y C escucharán la historia en una fiesta y creerán que este muchacho es un verdadero marginal-poeta-decadente-de mundo. Las chicas R, P, C no se alejarán de él en ningún minuto. Ni siquiera cuando duerme. Y en sueños el poeta confiesa que todo lo ha inventado. Y mientras duerme R, P, C lo apedrean hasta matarlo, porque nadie debe conocer ese secreto. Lo único que les queda: aumentar el valor de su obra matándolo. Después supieron que no les había dedicado ni un solo verso. Eso las puso mucho peor.

martes, 9 de diciembre de 2008

Sueños con P

El otro día soñé contigo P, fue un sueño extraño. Tenía que hacer un viaje a París. Y en ese París de mi sueño estarías tú esperando. Sin embargo, la cosa no fue nada de fácil. Allá todo era francés y las calles no las conocía, no conocía a la gente del lugar: franceses. Trataba de encontrarte, pero no podía comunicarme con la gente. Intenté usar mi inglés. En el París de mi sueño nadie sabía hablar inglés, me miraban como si fuera un humanoide. ¿Es esa la situación que uno se encontraría?, ¿una Francia nacionalista que se niega al esperanto? Recuerdo unas calles adoquinadas, un tanto curvas. Recuerdo un lugar que parecía un foso, nuevamente adoquinado. En lo que parecía, antiguamente, un cadalso para colgar condenados a muerte, un par de tipos se tomaba un café. El cadalso era ambientación de un restaurante chic. Yo me acerqué, otra vez con mi escaso inglés, y ellos trataban de ayudarme a encontrarte, incluso me acompañaban donde los gendarmes. Una preocupación constante aparecía en mi sueño: no me había comunicado con la pega para avisarles que me iba de viaje. Considerando que el viaje lo había planeado con mucha anticipación, la verdad no se entendía mi displicencia. Concluyendo, soñé contigo P, pero en el sueño no aparecías ni una sola vez.

Me gustaría que me dijeras porqué tuve ese sueño. Hasta donde sé tu deberías ser producto de mi imaginación. Hasta donde sé no eres más que una letra en el abecedario, es decir, una mujer inventada con nombre de letra, como ha habido otras mujeres. No te soy fiel P, ya lo sabes, te engaño con todo el resto, con la señorita A, con madame G, con la coqueta de J, con la siempre malhumorada R, etc. “¿Porqué no sueñas con ellas entonces?”, me dices con tu semisonrisa. Lo que es equivalente a decirme “¿por qué no te vas con ellas, idiota?”. Jua, te digo, claro que sueño con las demás. Pero no en las calles adoquinadas de Paris. Eso solo lo reservo para ti señorita P.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Elija a quien matará

Usted va en un bote
Que le conduce a una isla
y debe eliminar peso de cualquier forma.
Tiene la opción de matar a su madre o a su padre
¿A cual elige?
Si mata a su madre perderá quien le cocine
Porque usted no sabe hacerlo.
Si elige a su padre perderá a quien le defienda
Porque usted no sabe hacerlo.
Está prohibido que se mate usted.
Si los mata a ambos, es como si se matara usted mismo:
No sobrevivirá.

Opción 1: Matar a su padre
Es un usted un edípico no resuelto, sin remedio, y por eso mismo, una personalidad infantil.

Opción 2: Matar a su madre
Es usted un irrespetuoso antisistema que no valora los símbolos básicos de la convivencia social y, por eso mismo, un anarkista y un rojo al mismo tiempo.