Pierda el tiempo fácilmente leyendo esta basura. Quítele dinero a su empresa. Deje sin comer a la guagua. Deje que se le queme el arró. Todo por la tonterita de estar naegando en la wé
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martes, 9 de diciembre de 2008

Sueños con P

El otro día soñé contigo P, fue un sueño extraño. Tenía que hacer un viaje a París. Y en ese París de mi sueño estarías tú esperando. Sin embargo, la cosa no fue nada de fácil. Allá todo era francés y las calles no las conocía, no conocía a la gente del lugar: franceses. Trataba de encontrarte, pero no podía comunicarme con la gente. Intenté usar mi inglés. En el París de mi sueño nadie sabía hablar inglés, me miraban como si fuera un humanoide. ¿Es esa la situación que uno se encontraría?, ¿una Francia nacionalista que se niega al esperanto? Recuerdo unas calles adoquinadas, un tanto curvas. Recuerdo un lugar que parecía un foso, nuevamente adoquinado. En lo que parecía, antiguamente, un cadalso para colgar condenados a muerte, un par de tipos se tomaba un café. El cadalso era ambientación de un restaurante chic. Yo me acerqué, otra vez con mi escaso inglés, y ellos trataban de ayudarme a encontrarte, incluso me acompañaban donde los gendarmes. Una preocupación constante aparecía en mi sueño: no me había comunicado con la pega para avisarles que me iba de viaje. Considerando que el viaje lo había planeado con mucha anticipación, la verdad no se entendía mi displicencia. Concluyendo, soñé contigo P, pero en el sueño no aparecías ni una sola vez.

Me gustaría que me dijeras porqué tuve ese sueño. Hasta donde sé tu deberías ser producto de mi imaginación. Hasta donde sé no eres más que una letra en el abecedario, es decir, una mujer inventada con nombre de letra, como ha habido otras mujeres. No te soy fiel P, ya lo sabes, te engaño con todo el resto, con la señorita A, con madame G, con la coqueta de J, con la siempre malhumorada R, etc. “¿Porqué no sueñas con ellas entonces?”, me dices con tu semisonrisa. Lo que es equivalente a decirme “¿por qué no te vas con ellas, idiota?”. Jua, te digo, claro que sueño con las demás. Pero no en las calles adoquinadas de Paris. Eso solo lo reservo para ti señorita P.

1 comentario:

Naufrago. dijo...

Buscando un refugio y libertad me he escondido tras un blog. Busco naúfragos para habitar mi isla y al azar me encontré en tus textos. Quizá quieras compartir mis soledades.
http://paranaufragios.blogspot.com/