Plenos poderes

Antes estaba en posesión de todo lo que tiene mi cuerpo
Estaba en posesión de la palabra
De los músculos de cada uno los rincones de mi cuerpo
De cada milímetro de mi cuerpo
Estaba en posesión de esto y lo otro.
Ahora, en cambio, debo conservar las apariencias.
Una apariencia cambiante
Una manera innoble de ser

Que culpa tengo yo
Si me acuesto un día
Y despierto de coleóptero.
Que culpa tengo yo
Si me acuesto un día
Y despierto viejo
Con 20 años de más y con 20 kilos de mas
Con vicios que no quería tener.
Que culpa tengo yo si no me han dejado mas opción.

La verdad, ya no creo en nada.

Humo y fuego

Las diosas se presentan caídas de terrazas
Danzan un poco con los ojos vueltos a la tierra
(La ven plana como dicen los que saben)
Enamoran cisnes o lagos, incluso hombres
Pero las diosas bajan también, al guerrero
Se tiran por escaleras, cargadas de pastos
Flotando con astucias de trueno o viento o yelmo

Es inusual, pero una vez por mes lo he visto
Se tienen sueños con cielos de piedra, ese día
Por la luz que cansa y el humo que duerme

Hay gente que se lanza al río a rescatar ministros
Otros se encierran y juegan lotería
Pero las diosas son ajenas a la comedia
Beben vino en toneles
Saltan de barcos a remo rescatando hachas

Si, las diosas bajan cuando tienen ganas
A cargar mochilas o cruces o prédicas
Las diosas, ese instante, solo ríen
O cantan como chiquillos.

Nómades

Una máquina surca algún sitio con lunas
Todo negro, como un efecto hecho cine
La máquina tiene luces escondidas muy adentro
Surca con acordes de corriente saltando por alambres
O resortes, estirando su historia por oídos no nacidos
La luz es tenue, pero vieja como el polvo que mantiene
Se vuela tan alto, tan alto como las alas
La calma de los espacios da cabida a los satélites
Los hombres que ambicionan orbitar se transforman
Quedan clavados por hierros tan grandes como planetas
Olvidados de su origen en el centro del centro del centro

Viajan,
por tubos de aluminio que se oxidan a pesar de las reglas
Le quitan los ruidos que hacen para terminar cerrados
Viajan, viajan, viajan
Las máquinas surcan sus vidrios de asteroide

Los perros muertos

A los perros muertos los matan los autos
Con ruedas los matan
A mazazos en la cabeza los matan
Los autos violentos de intenciones ocultas
Adentro del vidrio polarizado.

Quedan tirados por alguna calle
Con moscas
Desangrando tripas como enfermos de la mente
Sacando, ya muertos,
la lengua a la gente de razones y prudencias
Tirando los ojos de las órbitas humanas

Están los que se dan por tocados en el hombro
o en la fibra
Y se preocupan del animalito
(Pero el espectáculo y el olor no se aguantan)
Lo ven, o no
Los perros ya no ladran ni aúllan siquiera.