Pierda el tiempo fácilmente leyendo esta basura. Quítele dinero a su empresa. Deje sin comer a la guagua. Deje que se le queme el arró. Todo por la tonterita de estar naegando en la wé
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lunes, 24 de marzo de 2008

Las drogas y el zoo

Las drogas fueron inventadas en épocas pretéritas, cuando no existían zoológicos.
El problema, el grave problema que genera la droga, es que los bichos que se tienen durante las visiones son por entero imperfectos, del tipo burros verdes, elefantes morados o chanchos con alas.
Es por eso que el método de ver animales por medio de tóxicos fue rechazado por los espíritus mas realistas dando origen a los primeros zoológicos de verdad.
“Si quieren ver animales”, dijeron, “que paguen una entrada al estado y no una dosis al traficante". Ahí el ser humano perdió un poco más de su libertad. Pero, al fin, pudo ver a los chanchos con alas en una jaulita del zoo.

lunes, 17 de marzo de 2008

Unos Zombies

Esta mañana imaginaba la construcción de unos zombies. O mejor dicho, de un único zombie con mucho pedazos de mostro. Debiese, pensaba esta mañana, tener partes del guatón Romo y unas partes del pinocho. ¿Qué hacer con un mostro semejante? ¿Mostrarlo al mostro a los amigos? No sé, no estoy tan seguro, porque ¿qué tal si el zombie se descontrola y trata de ponerle corriente a alguien? Un mostro así de seguro que sería un bicho extremadamente feroz, peor que Jason y Freddy juntos. ¿Qué será peor?, me pregunto después, ¿Una cruza de jason con freddy o una cruza de guatón romo con pinocho?.
Si usted no encuentra muy terrible el zombie que estoy imaginando, es porque usted es un valiente, de partida. Pero si le agregamos unos restos de Mamo Contreras a la mezcla, seguro que le viene cagadera. No me lo puede negar.

lunes, 10 de marzo de 2008

La exportación de gordos

Los gordos ya no son mal vistos en nuestra sociedad. A los gordos ahora se les quiere. Se les alimenta, se les alimenta muy, pero muy bien. La idea de los exportadores es que los gordos suban de peso con rapidez. Luego los envían en viaje de estudios al África. En el África los espera una nutrida[1] comitiva[2] que les echa toda clase de hierbas perfumadas a medida que van pasando por las aldeas hasta que al final de su recorrido les espera una descarga eléctrica y de ahí directo a la faena, una especie de Franklin africano, lleno de sangre y señoras que compran de manera compulsiva porque se trata de la fiesta nacional del país y no puede faltar un buen asado bien regado con licor de oruga. Si amiguitos, si, la realidad es cruel. Se trata de una operación masiva[3] de exportación de carne humana a países de la órbita caníbal. Negocio redondo.[4]

[1] jua, que paradójica palabra
[2] jua y seguimos
[3] ¡Siguen las palabras paradójicas!
[4] ¡Paren las paradojas!.

lunes, 3 de marzo de 2008

La neurona solitaria

Dicen que en su cerebro no tenía nada. Estaba vacío y virgen. Vivía, eso sí, una vida feliz, sin pensar nunca en nada. Alguien una vez le dijo “¿tu no piensas en nada para no complicarte la vida?”. El dijo que nunca se le había ocurrido esa pregunta porque no pensaba en nada. “¿ah?”, le dijo el otro. “¿Entonces no era por eso?”. No, definitivamente no era por eso. Su vida feliz transcurría lenta, sin problemas, sin aventuras y sin demoras.

Hasta que un día contrajo una infección. Nadie sabe que pasó, tal vez algo que comió. Si, lo mas seguro es que haya sido algo que comió, algo que venía infectado con este extraño gusanillo que empezó a desarrollarse en su cuerpo hasta alcanzar un tamaño considerable. Se alimentaba de lo que él se alimentaba y nuestro personaje empezó a enflaquecer. De gordito que era, por su costumbre de comer en los MacDonnalds, se fue haciendo flaco. “Me estoy poniendo esbelto”, decía él risueño. El gusanillo se había alojado en su cerebro y por eso, cada tanto sufría grandes dolores. La aspirina lo calmaba. Pero al día siguiente los dolores persistían. No le quedó mas opción que visitar un médico. Este médico le realizó concienzudos análisis a todo su cerebro hasta que dio con el culpable, con el síndrome y con el remedio incluso.

- Dígame doctor, ¿qué tengo?, fue la pregunta de nuestro personaje.
- Usted ha contraído una neurona solitaria. Eso es lo que ha estado desarrollándose en su cabeza. De ahí también el origen de sus dolores. ¿No siente a veces que, “como que piensa”...?
- Si doctor, a veces siento como que pienso.
- ¿Ve? Es la neurona solitaria la que le produce esos estados.
- Dígame doctor ¿tiene cura? ¿Hay alguna manera de eliminar el bicho ese?
- Mmmm, sí. Es posible matar al bicho, pero resulta que los pacientes afectados de este mal quedan tan debilitados en su sistema inmune que pronto se vuelven a enfermar, podrían incluso adquirir neuronas solitarias de otras especies, de caballos o perros. Inclusive de lombrices, y en esos casos los pensamientos que usted tendría serían un poco nocivos, por lo diferentes, no sé si me entiende.
- ¿Pensamientos de lombriz? Eso suena terrible.
- Por supuesto, los primeros médicos cometieron el terrible error de matar a la neurona solitaria y sus pacientes terminaron en el psiquiátrico o en la cárcel.
- ¿Qué hacer doctor? ¿Qué hacer?
- Lo mejor es que acompañe a su neurona y la inste a dejar de ser una solitaria. Así pues, coma lo mismo que comió cuando se la contagió. ¡Contágiese del mayor número de neuronas posible!.
- Pero doctor, me va a doler más la cabeza que antes.
- No se preocupe, si los dolores suyos son tensionales, no tienen que ver con la neurona, tiene que ver con la tensión que le ha venido ahora que “como que piensa”. Así que relájese hombre, es lo mejor. Le va a cambiar la vida, se lo aseguro.

lunes, 18 de febrero de 2008

Oculta tras el Teléfono

Si llaman hay que decir que está enferma. Eso es mentira, a mi no me gusta andar mintiendo; hay que decir no más que ella está enferma. Ni siquiera está. Anda bailando, pasándolo bien. Yo me quedo, no hago otra cosa que quedarme siempre.

Cuando llaman digo mi mentira y ellos están obligados a creerme. Aparte, hago teatro. Les digo “mire ahora está tosiendo dormida ¿escucha?” y cuando ellos afinan el oído, alejo el auricular y hago un escándalo identificable con una enferma del pulmón. No está enferma del pulmón. No tiene ningún tipo de enfermedad. Persona más sana no había conocido.

La enfermedad le sirve de mucho. Viene gente a visitarla. Casi siempre vienen cuando está en el hospital. Entonces le dejan mercadería. También está lo del cheque. Una vez al mes tiene que ir a buscarlo al banco, en la modalidad vale vista. Los del banco saben que esa clase de cheque lo da el estado a los desahuciados. La miran con mucha pena cuando llega y a veces hasta le han dejado que pase primero. Terrible, la miro hacer. Me como sus cajas de mercadería y también uso parte del dinero que le da el estado. Ella no necesita mucho. Sus montones de amantes, el otro lado de su vida, la mantienen siempre con ropa, comida y autos caros. No sé cuanto ira a durar esto. Para los amantes soy el hermano enfermo mental. No estoy enfermo, no tengo nada. Cuando llegan, siempre uno distinto, estoy obligado a llamarlos tíos y recibir juguetes que me traen. “No soy cabro chico”, digo. Ellos se sonríen. Parece que mi hermana les ha contado que tengo un carácter difícil, aunque en el fondo soy bueno. Mis ojos desorbitados no son producto de ninguna enfermedad mental. De todas maneras ayudan bastante en mi representación.

Ahora no hay gente en la casa, estoy bien solo. Ella salió quien sabe a donde. Han llamado familiares. Pero a ellos no los puedo engañar con el cuento de que soy un hermano enfermo. Para ellos soy el pololo solícito que la cuida de manera leal. La cantidad de ficciones es impresionante: no tengo relación afectiva con ella, ni siquiera podría decir que me conoce. Dudo siempre sobre qué soy para ella o si soy alguna cosa incluso.

lunes, 11 de febrero de 2008

Preguntas sobre la verdad y el pensar


Pregunta 1:

¿Dónde está la verdad?

Y las respuestas son diversas.

En términos estadísticos la realidad “católica a la chilena” debe llevar la delantera.

Pero la verdad también se halla (1) en neoreligiones seudoideologizadas que pugnan por llevarse al mayor número de minas con pretensiones transpersonales.

Onda Osho.

Me puedo detener en la idea Osho de la desaparición del pensamiento.

Técnicas para.

Pregunta 2:

¿Por qué quieren dejar de pensar los muy?

Se habla que ello conduce al sufrimiento.

Onda axiomática la onda Osho.

Pero el sufrimiento de la onda Osho es un sufrimiento “del pensar” y no digamos que la opinión es aislada.

Muchos creen que pensar “hace mal” y mejor no hacerlo. Y tienen métodos para lograrlo.

Muy eficaces:

se ponen frente a una pantalla plana con cuatro canales al mismo tiempo.

Visto de esa manera, nosotros practicamos la meditación Osho hace cualquier año.

Hace cualquier año que miramos el vacío.

(1) Aquí tome aire, inhale exhale inhale exhale para que se purifique su espíritu, onda osho.

lunes, 4 de febrero de 2008

Enfermo de Frivolidad


A menudo las fuerzas políticas sufren toda clase de desgaste debido a que muchos de sus integrantes son atacados por ciertas afecciones y entre ellas la más común, sin duda, es una suerte de fiebre que recorre el cuerpo y corroe el alma dejándola ésta toda llena de sustancias nocivas para el libre desarrollo de la ideología partidaria. Usamos el nombre genérico de frivolidad para referirnos a dichos cuadros. Las órdenes que emanan de nuestro Comité Central indican claramente que se debe combatir tales fiebres aplicando lo que se tenga a mano. Bien puede tratarse de jarabes o infusiones. A veces una amena charla. En casos más graves puede que sea necesaria la asistencia del militante a las oficinas mismas del Comité Central.

No se crea que esta es una estratagema para destruir la dignidad de las personas, ni tampoco acciones tendientes a enajenar la conducta hasta que el sujeto quede reducido a máquina. No es nuestra intención. Ni lo será. Cuando el militante acude a nuestras oficinas debe tener plena confianza en la completa curación de sus afecciones y dolencias. Saldrá convertido en un hombre nuevo, tendrá la conciencia mas clara, más prístina, habrá dado el salto cualitativo. Se notará en sus mejillas; se las verá rosadas como el amanecer en que triunfe la lucha obrera. Se notará en su cuerpo; volverá mucho más robusto a pasearse por las calles de Chile.