Tengo un cáncer marxista. Ese cáncer me corroe, pero se mantiene estable y me permite vivir. En jornadas de protesta organizadas por diversas centrales y gremios (y que se suceden bajo la ventana de mi oficina en plaza Italia), pues en esas jornadas mi cáncer marxista hace crisis. Mi cuerpo comienza a sufrir dolores de huesos, de músculos, de todos los lugares de mi cuerpo surge un dolor. El dolor se transforma en fiebre y en palidez. Debo recurrir a mis jefes y solicitar permiso para ausentarme del trabajo. Ellos, como saben de la existencia de mi cáncer me proporcionan rápidamente un permiso. No les he dicho que es un cáncer marxista, solo he dicho que es “un cáncer”. Pero una vez en la calle me siento mucho mejor, el sonido de los discursos, los gritos, el avance de las columnas por la alameda, todo eso mejora completamente mi salud. Me restablezco. Vuelvo a sentirme fuerte de nuevo como un hombre nuevo.
lunes, 17 de mayo de 2010
lunes, 3 de mayo de 2010
La hora
Esta es la hora en que todas las chicas follan.
Están con sus maridos o sus convivientes,
están viendo la tele
Están quizá tomando once
y hablando de temas controvertidos
Como la eutanasia, la píldora o la farándula.
Las chicas luego de follar dicen sus opiniones
Y en el fondo
Tienen opiniones controvertidas respecto de todo.
Porque son chicas con estudios
Han trabajado duro
Y se merecen esa tele,
esa once
y ese marido fiel que espera el fútbol.
No se saca nada con llamar a las chicas a una hora como esta
No responderán el teléfono:
Ya no follan, pero no van a pararse del sillón.
No dejan de apretar un botón en el “control”.
Están con sus maridos o sus convivientes,
están viendo la tele
Están quizá tomando once
y hablando de temas controvertidos
Como la eutanasia, la píldora o la farándula.
Las chicas luego de follar dicen sus opiniones
Y en el fondo
Tienen opiniones controvertidas respecto de todo.
Porque son chicas con estudios
Han trabajado duro
Y se merecen esa tele,
esa once
y ese marido fiel que espera el fútbol.
No se saca nada con llamar a las chicas a una hora como esta
No responderán el teléfono:
Ya no follan, pero no van a pararse del sillón.
No dejan de apretar un botón en el “control”.
lunes, 19 de abril de 2010
La poesía moderna
La poesía moderna es para lectores de metro. Para qué le vamos a llamar poesía: juegos del lenguaje, mejor. O sea tipos que resuelven puzzles. Pero al que resuelve puzzles le da por ponerse sensible y hace unas palabritas bonitas y sus amistades justo que las leen y justo que se ponen seriotes con la tonterita.
Después de eso viene lo de siempre: creen que se trata de un texto irónico y lo interpretan en un tono ídem y luego de eso vienen los aplausos y las risas.
¿Qué les parece?, no me respondan al tiro. Mientras tanto compremos algo para el frío. El copete nos pone súper lúcidos. ¿El copete es otra cosa loca que divierte?.Por lo menos, el copete es otro puzzle que resolver. Con el copete nos vuelven todas las ganas de escribir poesía moderna. Una mancha de vino da margen al caligrama. Y los lectores la disfrutan ene: se leen una poesía entera entre una estación y otra.
lunes, 12 de abril de 2010
El jefe
El jefe es como una guagua
Al jefe le tienen que poner una teta para que esté tranquilo
El jefe es un completo imbécil.
Nadie puede decir las cosas como son
Nadie puede ponerse a delirar en su presencia
Nadie tiene permiso para reír
Porque el jefe está presente
Porque ha olido algo que no le gusta
Porque no hay suficiente dinero en la cuenta corriente
Su secretaria no ha comido suficientes pasteles
Su hijo no tiene él último play station
Su culo no se ha sentado en un auto del año.
Por eso el berrinche
Por eso insiste en que le traigan la teta
Por eso grita como loco esas incoherencias y esas cifras.
Al jefe le tienen que poner una teta para que esté tranquilo
El jefe es un completo imbécil.
Nadie puede decir las cosas como son
Nadie puede ponerse a delirar en su presencia
Nadie tiene permiso para reír
Porque el jefe está presente
Porque ha olido algo que no le gusta
Porque no hay suficiente dinero en la cuenta corriente
Su secretaria no ha comido suficientes pasteles
Su hijo no tiene él último play station
Su culo no se ha sentado en un auto del año.
Por eso el berrinche
Por eso insiste en que le traigan la teta
Por eso grita como loco esas incoherencias y esas cifras.
lunes, 29 de marzo de 2010
Ascensor con pirañas (dedicado al ascensor de sociales en la Chile)
El ascensor puede ser un poco transparente incluso completamente traslúcido, de tal manera que veamos sin problemas lo que ocurre al interior. Podríamos, aprovechando, poner agua adentro, sellando el ascensor herméticamente para que no escape el líquido ni nada y luego, con cuidado, pondríamos pececillos de colores o, mejor aun, pirañas. Damos de comer a las pirañas y accionamos el motor del ascensor. Este subirá y bajará y las pirañas quedarán, así, muy bien entrenadas para viajes al espacio exterior. Las condiciones de gravedad pueden ser muy bien simuladas de esta manera. (Ver figura 1)
Lo mejor es instalar este ascensor en un céntrico edificio. La gente puede llegar allí y pedir que le abran las puertas, pero al ver las pirañas (dientes filudos, blancos pero enrojecidos por la sangre) huirán con temor. Si no falta el porfiado que insista en entrar, se le hará que firme una hoja que diga que entra al ascensor bajo su propia responsabilidad. Luego, con cuidado, se colocará al viajero al interior del ascensor. Obviamente la entrada será por arriba para que no se salga el agua. Un forzudo del circo ayudará a realizar la tarea, lanzando simplemente al sujeto, como indica el siguiente esquema.(Ver. Fig 2).
El resto de la gente puede (debe hacerlo) observar con mucho detalle la lucha del tipo con las pirañas, su inútil intento de sobrevivencia y gritarán horrorizados que dejen salir al pobre cristiano. El agua comenzará a teñirse de rojo y luego palidecer con rapidez pues el agua se recambia con un sistema automático (Ver fig. 3) y, claro, el cristiano no tendrá sangre para siempre. Nadie hará caso, nadie se hará responsable de la acción y por otro lado el tipo no es ni cristiano, sino masón, y, por la rima, con mas razón se le deja en el interior (sin rima). Nadie nunca volverá a insistir con ese ascensor.
lunes, 22 de marzo de 2010
Transantiago es un buen deporte
Transantiago ayuda a fortificar las piernas. Afirmarse de los fierros, soportar frenazos, bajarse de la micro, esquivar gente, todo eso ayuda a desarrollar los pectorales, las pantorrillas y los muslos. Todo eso ayuda a fortalecer la circulación, la espalda y el páncreas. El contacto con otros humanos, enfermos algunos, nos ayuda a mejorar nuestras defensas contra los nuevos virus sinciciales. Viajar en el sector de la oruga da rotaciones constantes a la cadera. Hay olores insoportables que en el Transantiago se aprende a soportar. El hombre que va en el Transantiago muta su genética por todo lo anterior y lo traspasa con rapidez a su prole. La especie sigue adelante en cuatro o más ruedas. Ya no tiene dinero. Usa tarjetas: un eufemismo para la palabra deuda. Y no hay como una buena deuda para agitar los pulmones en un intenso trabajo aeróbico.
Andar en Transantiago es lo mejor para nuestra salud. No desaproveche la oportunidad de subirse a una de estas estupendas máquinas de tecnología europea. Lo harán sentirse fuerte y robusto como un primer mundista.
lunes, 15 de marzo de 2010
La desnudez en nuestra sociedad
Nuestra ciudad gusta de la desnudez. Nadie sería tan torpe como para usar ropa durante nuestros cálidos veranos. La costumbre lleva larga data y ha vuelto mas alegre a nuestro pueblo, aunque no está exenta de problemas. Veamos por ejemplo las erecciones. Puede suceder que estando en una fila de banco uno recuerde intensamente a una amiga. Justo adelante hay un señor gordo, dueño de fiambrería, o una señora flaca que parece que va de compras. Hay guardias que vienen rápido en tales casos. Lo toman a uno del brazo y lo llevan afuera. Si uno insiste en cambiar el cheque le permiten el ingreso previo pago de una multa. Es el llamado “impuesto a la erección”. Tal impuesto, ¡infame!, fue decretado por un gobierno de tendencia conservadora, el cual intentó encauzar nuestra desnudez por el camino de la tradición. Es, por lo tanto, necesario el autocontrol. En estos casos se lleva la mente a cuestiones difíciles como cuentas por pagar, o preguntas acerca del origen del universo. También es bastante útil el representarse la vergüenza de ser expulsado a la calle cuando la señora flaca de las compras, o el señor gordo dueño de fiambrería, pegue el grito:
- ¡Señor guardia, venga por favor, aquí hay uno que no controla la erección!
De esta forma, uno reduce al mínimo la erección en la vía publica.
- ¡Señor guardia, venga por favor, aquí hay uno que no controla la erección!
De esta forma, uno reduce al mínimo la erección en la vía publica.
Una consecuencia asombrosa ha afectado a los métodos de conquista. Uno se entera de inmediato cuando las mujeres están dispuestas al amor pues van dejando una mancha perfumada por los lugares que pasan. El uso de desodorantes es considerado totalmente contrario a las leyes del nudismo. Uno, que es hombre, se pone como loco y sigue a estas mujeres en la calle. A veces son tres, cuatro o cinco los que siguen a una única mujer. Se miran recelosos, con desconfianza, para terminar trenzándose a golpes, en riñas descomunales. La niña en cuestión se sienta en una banca, un poco melancólica, esperando que se defina al hombre que la hará feliz. La fuerza pública no interviene, solo se ríe. Actuarían como los otros galanes si no estuvieran de servicio. Así, la elección de pareja termina privilegiando casi siempre al mejor para los combos.
Mucha gente cree que la desnudez no ha traído la felicidad a nuestra sociedad. Pero no se puede negar que ha sido la mejor respuesta al calentamiento global: andar abrigado ya no tiene sentido ni siquiera en invierno.
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